Paren el Ruido

Un intento por escuchar el susurro de la verdad detrás del ruido de la mentira y la fantasía

viernes, noviembre 10, 2006

Sionazis III

Partes I y II

Mientras el mundo decía "¡oohhh!" y "¡aahhh!" ante la derrota electoral republicana en Estados Unidos y la renuncia de Rumsfeld (para ser sustituido por otro igual o peor), los sionazis, desalmados pero nada tontos, aprovecharon para acelerar el genocidio. Es típico de estos (y otros) psicópatas: si el mundo está distraido con otro asunto aprovechan para satisfacer su sed de sangre. Lo que demuestra que el único motivo por el que no exterminan a los palestinos de un golpe súbito es que les interesa mantener la ilusoria imagen de que son "democráticos", "humanitarios" y "compasivos".


"No puedo ver el día en que podamos vivir en paz con ellos"

Rory McCarthy en Beit Hanoun
Jueves 9 de noviembre, 2006
Guardian


Sanaa Athamna yace muerta con los cuerpos de sus familiares Maysa y Maram. Dieciocho miembros de la misma familia murieron en un ataque de artillería israelí. Foto: Mahmud Hams / AFP / Getty Images


Sanaa Athama yace como si durmiera, muerta sobre una plancha de acero en la morgue del hospital de Beit Hanoun. A través de su frente había una sola fractura y debajo de su ojo una mancha de sangre, las únicas marcas visibles de la destrucción traída por la ola de obuses de la artillería israelí que impactó las calles de Beit Hanoun antes del alba de ayer.

En sus brazos, personal del hospital puso los cuerpos de sus familiares: dos hermanas, Maysa, de un año, y Maram, de tres. Su madre Manal fue también asesinada en el ataque de ayer, pero yace en una morgue en otro hospital esperando entierro.

En total, 18 miembros de la familia extendida Athamna murieron cuando la artillería israelí disparó contra sus casas en la calle Hamad. Al menos 14 de los muertos eran mujeres y niños. Fue el más grande ataque israelí en los territorios palestinos por cuatro años y ocurrió sólo un día después de que los militares terminaran una incursión de seis días en Beit Hanoun, una batalla dura que reclamó la vida de más de 50 vidas. (...)

Feriyal Hamadeen escuchó el primer impacto de obús y corrió de su casa calle abajo hacia la casa de la familia Athamna. La primera persona que encontró fue su primo Manal, que estaba cargando a sus hijas Maysa y Maram en sus brazos. "Yo iba a llevarla de regreso a mi casa, entonces vino el segundo obús", dijo. "Caímos y yo caí sobre ella. Le dije: 'Levántate, levántate' pero no contestó. Estaba boca abajo, de modo que la volteé. Había sangre en su cara y en su costado. Sus hijas no se movían." (...)

Apenas unos pocos días antes, en medio de la operación israelí en Beit Hanoun, soldados visitaron la casa de la familia Athamna, igual que muchas otras. Inspeccionaron en los apartamentos, interrogaron a los hombres en la familia y eventualmente se retiraron. "Estaban hablando en árabe diciendo que eran nuestros amigos, que querían paz y que sólo querían detener los cohetes disparados hacia Israel," dijo Hanine Athamna, de 20 años, que yacía herida en el hospital al-Ouda. Perdió a su tío, su cuñada y su cuñado en el ataque de ayer. "Quieren detener los cohetes, ¿pero cómo podemos detenerlos si están disparando obuses y destruyendo nuestras casas?", dijo. "No puedo ver el día en el que vivamos en paz con ellos."

Ayer el ejército israelí detuvo todo fuego de artillería hacia Gaza mientras investigaba el incidente. Dijo que el ejército había disparado "artillería preventiva hacia sitios de lanzamiento" desde donde militantes habían disparado cohetes el día anterior hacia el pueblo israelí de Ashkelon. "La información inicial muestra que el fuego de artillería fue dirigido hacia una localidad distante de la que se dice que golpeó," dijo en una declaración.

Claro, todos es siempre un accidente, todo está muy justificado.

Y sin embargo, los brutales "accidentes" ocurren una y otra y otra vez. Dejémoslo en claro: el ejército más poderoso y profesional del Medio Oriente no ataca edificios civiles por accidente.

Y sin embargo, esos 300 cohetes Qassam que han sido disparados por militantes palestinos y que sirven de justificación para los ataque israelíes han matado desde el 2000 a sólo 8 civiles. Lamentables como son esas 8 muertes, no se comparan con lo que ocurre en una sola operación militar israelí y mucho menos la justifica. Sólo en dos semanas de octubre del 2004, en la operación "Días de Penitencia", unos 107 palestinos fueron asesinados, 431 heridos y 91 casas demolidas, todo cortesía del Ejército Sionazi. En verdad, si esos petardos glorificados Qassam no existieran, los sionazis tendrían que fabricar alguna otra excusa (tal vez ya lo han hecho en varias ocasiones). Su meta no es la seguridad de su gente ni la paz; su meta es apoderarse de todo el territorio palestino y para ello quieren exterminar a su población, ya sea por hambre o por guerra.

El resto del mundo que convenientemente voltea la cara hacia otras cuestiones menos incómodas necesita una excusa para seguir creyendo que hay un buen motivo para la agresividad sionazi. Pero no la hay. ¿Qué buena razón puede haber para matar niños, mujeres y familias enteras y demoler sus casas?

2 Comments:

  • At 5:20 p.m., Blogger Charlie said…

    Lo bonito de la jugada es que, con la resolución de la ONU vetada, esta historia se extinguirá en breve entre tantas otras.

    No habrá resoluciones contra Israel que esgrimir en discusiones, discursos... Será solo un error.

    Gran blog, que sirve de inspiración al que yo he comenzado.

     
  • At 7:23 p.m., Blogger Marcos AragónDubs said…

    gran blog, si señor

     

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