Paren el Ruido

Un intento por escuchar el susurro de la verdad detrás del ruido de la mentira y la fantasía

lunes, septiembre 19, 2005

Los doblacucharas del Ejército de E.U.

El deber me llama y por espacio de poco más de una semana me veré en dificultades para conectarme a Internet y por tanto actualizar mi blog, que más bien es suyo. Pero no quiero partir sin antes exhortarlos a que lean un interesante artículo que describe ese macabro punto donde los planes de dominación mundial del Pentágono y de los neoconservadores, la guerra contra el terrorismo, el ocultismo y los fenómenos paranormales se cruzan. Pueden leer el artículo entero, en español, aquí. A continuación unos fragmentos:

Los 'doblacucharas' de Cheney van por el Harmagedón nuclear

por Jeffrey Steinberg

Allá a fines de los 1980, el entonces coronel Paul E. Vallely, comandante del 7 Grupo de Operaciones Psicológicas de la Reserva del Ejército de los Estados Unidos en la base Presidio en San Francisco, California, participó en la redacción de un documento de trabajo que recibió amplia atención y fue objeto de controversia entre los militares estadounidenses, en especial entre la comunidad de Operaciones Especiales. El documento llevaba por título "From PSYOP to MindWar: The Psychology of Victory" (De Operaciones Psicológicas a Guerra Mental: La psicología de la victoria), y planteaba un plan nietzscheano para librar guerras psicológicas perpetuas contra poblaciones amigas y enemigas por igual, e incluso contra el pueblo de los EU.

El documento de "MindWar" surgió a raíz de un artículo que escribió el teniente coronel John Alexander para la edición de diciembre de 1980 de Military Review, donde abogaba por incorporar la percepción extrasensorial, la "modificación telepática de la conducta", la parapsicología, la psicoquinesia ("el poder de la mente sobre la materia"), la visión a distancia, las experiencias extracorpóreas, y otras prácticas ocultistas y de la Nueva Era a los servicios de inteligencia militar de los EU. El artículo de Alexander se llamaba "The New Mental Battlefield: Beam Me Up, Spock" (El nuevo campo de batalla mental: Teletranspórtame, Spock).

Pero el documento subsiguiente en el que participó Vallely iba mucho más allá de la percepción extrasensorial y las otras técnicas paranormales que Alexander enarbolaba: el plan "estratégico Guerra Mental tiene que empezar al momento que la guerra se considere inevitable", afirma el documento. "Ha de buscar captar la atención de la nación enemiga a través de todo medio a mano, y tiene que atacar a los soldados potenciales de la nación antes de que vistan su uniforme. Es en sus hogares y comunidades donde son más vulnerables al plan Guerra Mental".

"Para esto", continúan Vallely y su coautor, el plan "Guerra Mental tiene que tener un acento estratégico, donde sus aplicaciones tácticas tengan una función de refuerzo complementaria. En este marco estratégico, Guerra Mental tiene que alcanzar a los amigos, enemigos y neutros por igual en todo el orbe. No a través de los primitivos volantes y altavoces de Operaciones Psicológicas en el 'campo de batalla', ni del esfuerzo débil, impreciso y limitado de la psicotrónica, sino mediante los órganos de difusión de los EU, que tienen la capacidad de llegar a prácticamente toda la gente sobre la faz de la tierra. Estos órganos son, por supuesto, los electrónicos: la televisión y la radio. [...]

Sin dejar nada a la imaginación, el documento concluye subrayando que Guerra Mental debe emplear tecnologías de lavado cerebral subliminal y armas que ataquen directamente el sistema nervioso central y el funcionamiento cerebral de la población escogida: "Hay ciertas condiciones puramente naturales en las cuales las mentes pueden tornarse más o menos receptivas a las ideas, y Guerra Mental debe aprovechar al máximo fenómenos tales como la actividad electromagnética atmosférica, la ionización del aire y las ondas de frecuencia muy bajas".

El documento "Guerra Mental" era perturbador por razones que rebasan su contenido fascista y ocultista. Primero, el coautor del coronel Vallely era un jefe de equipo del departamento de investigación y análisis de Operaciones Psicológicas, el mayor Michael A. Aquino. Cinco años antes de darse a conocer Guerra Mental, el oficial de reserva de las Fuerzas Especiales Aquino había fundado el Templo de Set, una organización satánica que sucedió a la Iglesia de Satanás de Anton Szandor LeVay. Pronto Aquino acaparó los encabezados de prensa durante todos los 1980, como uno de los sospechosos principales de una red nacional de pedófilos satánicos que, en particular, atacaba las guarderías infantiles de bases militares como Presidio y el fuerte Bragg.

Es más, el plan Guerra Mental de Vallely y Aquino tiene un parecido asombroso con el programa Conciencia Informativa Total (TIA) que emprendió el Pentágono de Donald Rumsfeld bajo la dirección del personaje del "Irangate", el almirante John Poindexter. Al parecer la propaganda mundial y el megaplan de espionaje informático del TIA fueron desmantelados tras publicarse una serie de reportajes de prensa nada favorables, pero fuentes del Pentágono han informado que al programa nada más "lo ocultaron". [...]

Hoy [Vallely] practica lo que él y el satánico Aquino predicaban en el documento Guerra Mental, y es uno de los principales instrumentos propagandísticos en la ofensiva bélica del vicepresidente Dick Cheney contra Irán, ofensiva en la que podríamos ver a los EU emprendiendo el primer ataque nuclear preventivo de la historia.

El general Vallely, ahora retirado, es un comentarista de temas militares del estridente noticiero de Rupert Murdoch en el canal de televisión de Fox, "cliente" de Benador Associates —la principal firma de relaciones públicas de la camarilla neoconservadora en Washington—, presidente del Comité Militar del neoconservador Centro de Política Estratégica de Frank Gaffney, y fundador, junto con el general (r.) Thomas McInerney de la Fuerza Aérea —otro cliente de Benador— del Comité de Política sobre Irán, el cual es otro grupo neoconservador de fachada que: 1) promueve al Muyahidín Jalq, un grupo que está en la lista de organizaciones terroristas internacionales del Departamento de Estado (por asesinar a varios oficiales militares estadounidenses en Irán), y 2) exige la intervención militar de los EU para imponer el "cambio de régimen" en Teherán, con medidas tales como una campaña de bombardeo a gran escala de los supuestos laboratorios secretos de armas nucleares de Irán y un bloqueo naval de los EU en el estrecho de Ormuz. Hace poco el general Vallely escribió, junto con el general McInerney, el libro Endgame—Blueprint for Victory for Winning the War on Terror (La jugada final: Programa victorioso para ganar la guerra contra el terrorismo), que toma prestada, en lo filosófico, la diatriba original de él y Aquino en Guerra Mental.

Los 'Guerreros Jedi'

El general Vallely, el coronel Alexander y el teniente coronel Aquino no son más que tres figuras destacadas de la comunidad de Operaciones Especiales que han impulsado la aplicación de prácticas abiertamente satánicas y de la Nueva Era en la guerra, con programas experimentales dirigidos a crear un "guerrero Übermensch" nietzscheano. [...]

Algunos de estos programas ultrasecretos financiados con el dinero de los contribuyentes en los últimos 25 años, revelan un grado significativo de la llana locura "doblacucharas". Otros llevan directamente a las puertas de los centros de detención militar de la bahía de Guantánamo y Abu Ghraib, en donde han convertido a los prisioneros en conejillos de Indias para experimentar con técnicas de tortura sacadas de la misma bolsa de trucos de la Nueva Era.

[...]

Todo comenzó con 'El Batallón Primera Tierra'

Según el escritor Jon Ronson, en 1977 el teniente coronel Jim Channon, un veterano combatiente de la guerra de Vietnam, le escribió una carta al teniente general Walter Kerwin, entonces subjefe del Estado Mayor del Ejército de los EU, proponiéndole emprender una misión de reconocimiento para desentrañar formas de que la milicia estadounidense fuera más "artera". A Channon le asignaron una misión flexible y un pequeño presupuesto del Pentágono, y se pasó los siguientes dos años, según él mismo relata, explorando los resquicios del movimiento de la Nueva Era en busca de aplicaciones militares. En sus viajes, Channon visitó más de 150 instalaciones de la Nueva Era, que tenían nombres de la contracultura como: Brisa, Instituto Integral Chuan, Día Primaveral, Centro de liberación e Integración, Renacimiento Reikiano de Integración de la Postura, Feria de Concientización de la Nueva Era, Mejor que Trotar, Ki Aikido, Centro de Biorretroalimentación de Berkeley, Instituto Esalen, etc.

En particular, Channon pasó mucho tiempo adiestrándose con Michael Murphy, uno de los fundadores de Esalen, que era el principal centro de experimentación psicológica de la Nueva Era en el oeste de los EU, probando una amplia gama de métodos de control mental que, en muchos casos, involucraban el uso de drogas psicotrópicas. El asesino genocida sectario Charles Manson estuvo en Esalen el 5 de agosto de 1969, solo cuatro días antes de que empezara su orgía asesina "Helter Skelter" ("A troche y moche", en alusión a la canción de los Beatles—Ndr.), por la que todavía purga una condena de cadena perpetua en la cárcel. Psicólogos militares le habían seguido la pista a Manson desde sus años en la prisión estatal; ellos estudiaban pautas de conducta de lo que dieron en llamar el "cinco por ciento patológicamente violento".

En 1979 el teniente coronel Channon presentó sus hallazgos al alto mando del Ejército en un documento, con todo y diapositivas, llamado "El Batallón Primera Tierra". Aunque el documento estaba adornado con el vocabulario de la Nueva Era ("La Primera Tierra no está orientada a la misión, está orientada al potencial. Eso significa que debemos seguir buscando por todas partes métodos de control no destructivos"), Channon sí propuso una serie de técnicas no letales que pronto adoptarían los militares, entre ellas el uso de ruidos atonales como una forma de combate de guerra psicológica, artes marciales orientales e instrucción espiritista, con amplios experimentos psicoelectrónicos y otros para debilitar a las fuerzas enemigas.

El coronel Alexander, autor del artículo "El nuevo campo de batalla mental" de Military Review, le mostró al general Stubblebine, jefe del INSCOM, la presentación con diapositivas de Channon sobre el Batallón Primera Tierra. En 1981 Stubblebine estableció una "unidad de espías psíquicos" secreta en el fuerte Meade, para probar técnicas tan dudosas como la visión a distancia.

Dos años después el general Stubblebine viajó al fuerte Bragg para llevarle el programa de Channon y Alexander a la dirigencia máxima de la comunidad de Operaciones Especiales. Para entonces, Stubblebine estaba convencido de que, aplicando las técnicas correctas de control de "la mente sobre de la materia", podía atravesar paredes. Hasta el momento de escribir estas líneas, no parece haberlo logrado todavía. La sesión en el fuerte Bragg fue un fracaso, como después le contaría a Ronson, y no se hizo nada por instrumentar su programa; o eso creyó Stubblebine.

En realidad, ya para 1978 el fuerte Bragg era un semillero de experimentos de guerra mental. Entre los programas realizados en los rincones apartados de la extendida base de operaciones especiales, estaba el Laboratorio Cabra, donde un equipo de soldados de las Fuerzas Especiales adiestrados al estilo de la Nueva Era pretendían hacer estallar el corazón de las cabras que estaban en un corral adyacente usando el poder de la concentración psíquica. Los veterinarios que trabajaban en la base estaban horrorizados de que los aviones de las Fuerzas Especiales estuvieran trayendo cabras de Centroamérica sin pasar por la inspección normal de aduana. Las cabras se usaban en el adiestramiento de los médicos de combate. Les disparaban a las cabras, les amputaban miembros y, en ocasiones, las "desbalaban" cortándoles la lengua o la garganta. Entonces las sometían a las pruebas de guerra psíquica del Laboratorio Cabra.

Partiendo del programa de Channon, un equipo experimental de Operaciones Especiales denominado "Guerreros Jedi" (por la fiebre de la Guerra de las Galaxias) recibió adiestramiento en una amplia variedad de artes marciales y técnicas de meditación orientales, en combinación con programas de adiestramiento físico en extremo extenuantes. Trajeron a "expertos" de fuera, como el doctor Jim Hardt, para instruir a los "Guerreros Jedi" sobre cómo intensificar sus habilidades telepáticas mentales con la meditación zen. [...]


¡Ahh! ¡Las mentiras y distorciones de la Nueva Era, ahora al servicio de los fascistas del Pentágono! ¡Qué combinación!

Seguramente que en algún momento habrán escuchado esa "máxima" de los entusiastas del New Age de que "tú creas tu propia realidad", ¿verdad? Aunque la frase es cierta si es interpretada correctamente, los "nuevoeros" básicamente sugieren que pensando cosas lindas obtendremos dicha y felicidad - creencia no sólo ridícula sino peligrosa por su promoción de la subjetividad.

(Pueden leer aquí por qué esa interpretación de la frase no sólo no es correcta sino que nos puede meter en problemas).

Con lo de arriba en mente, ¿qué opinan ahora de lo siguiente?:

Ahora llegamos finalmente al corazón de la oscuridad. Ahora sabemos, por sus propias palabras, que el Régimen Bush es un culto - un culto cuyo dios es el Poder, cuyos adherentes creen que sólo ellos controlan la realidad, que en efecto recrean el mundo con cada acto de su voluntad de hierro. Y la meta de esta voluntad - sustentada por las virtudes supremas del culto: la guerra, la furia y la fe ciega - también se declara abiertamente: "Imperio".

¿Creen que es una exageración? Entonces escuchen las palabras de la Casa Blanca misma: un "consejero de alto rango" del presidente que, según reporta el New York Times, explicó el culto al autor Ron Suskind en los impetuosos días antes de la guerra del 2002.

Primero, el miembro del equipo de Bush de alto rango se burló de los periodistas y de todos aquéllos "en lo que llamamos la comunidad basada en la realidad", o sea, la gente que "cree que las soluciones emergen de su juicioso estudio de la realidad discernible". Los intentos de Suskind de defender los principios de la razón y el buen entendimiento no tuvieron efecto con el hombre-Bush. "Ese ya no es el modo como funciona el mundo. Ahora somos un imperio, y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad", dijo. "Y mientras ustedes están estudiando esa realidad, nosotros actuaremos otra vez, creando nuevas realidades, que ustedes también pueden estudiar, y así es como ocurrirán las cosas. Nosotros somos los actores de la historia... y ustedes, todos ustedes, quedarán para estudiar lo que hacemos".

Con el único detalle de que si los de la Casa Blanca se salen con la suya, probablemente ya no quede nadie sobre este planeta para estudiar historia. Tal es el destino de quienes son tan arrogantes para creer que pueden ignorar la realidad para después "crearla" a su antojo: ser agentes de destrucción.

Cualquiera con algún conocimiento acerca de la historia del siglo 20 sabrá que esta misma erupción de megalomanía pudo haber sido hecha por un "consejero senior" de Hitler, Stalin, Mussolini o Mao. En efecto, como señala el académico Juan Cole, el dogma del Culto Bush es idéntico a la declaración de "creando la realidad" del "Pequeño Libro Rojo" de Mao: "Es posible alcanzar la meta que sea". Para Bush, igual que para Mao, la "realidad discernible" no tiene significado: La verdad política, cultural, económica - incluso los procesos fundamentales de la naturaleza, incluso la naturaleza humana misma - deben dar paso a las declaraciones de fe de la ideología, despiadadamente aplicadas por fanáticos inflexibles. [...]

Hasta dentro de poco más de una semana, estimados lectores.

1 Comments:

  • At 3:18 a.m., Blogger Gwendoline said…

    emmmm,
    digamos que estoy totalmente impactada por todo lo que acabo de leer, gracias por enseñar esto...
    es primera vez que leo tu blogg, créeme que seguiré haciéndolo...
    sigue, por fa, publicando artículos así.
    nos vemos...

     

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