Paren el Ruido

Un intento por escuchar el susurro de la verdad detrás del ruido de la mentira y la fantasía

jueves, febrero 15, 2007

La Ultima Hora de Vida

A continuación un texto de Gurdjieff que no aparece en sus libros. Gracias a J.B. por compartirlo, a L.M. por la traducción al español y a M.L. por la corrección.

G. I. Gurdjieff: La Última Hora de Vida.

Imagina, que sólo tienes unos pocos minutos, tal vez una hora para vivir; de alguna manera has descubierto exactamente cuando morirás. ¿Qué harías con esta preciosa hora de estadía en la Tierra? ¿Serías capaz de completar todas tus cosas en esta última hora, tienes una idea consciente sobre cómo hacerlo?

Y soltando tu último aliento ¿Sentirías satisfacción al saber que has hecho todo lo posible en esta vida, para darte cuenta que estas presente constantemente, siempre vibrando, siempre esperando, como un hijo esperando a su padre marinero? En el mundo manifestado todo tiene su principio y su final. En el Mundo Real todo esta siempre presente y un hermoso día se te permitirá olvidar todo y dejar el mundo “para siempre.”

La libertad vale un millón de veces más que la liberación. El hombre libre, aunque esté en esclavitud, sigue siendo un maestro de si mismo. Por ejemplo, si te doy algo, digamos, un coche, el cual no tiene combustible, el coche no se puede mover. Tu coche necesita un combustible especial, pero solamente tú puedes definir qué tipo de combustible se necesita y dónde conseguirlo.

Tienes que definirte a ti mismo, como digerir mis ideas para hacerlas tuyas, para que te pertenezcan solo a ti. Tu coche no puede trabajar con el mismo combustible con el que trabaja el mío. Te sugiero solo el material principal. Tienes que sacar de éste lo que puedas usar. Entonces, más valerosamente, siéntate al volante.

La vida orgánica es muy frágil. El cuerpo planetario puede morir en cualquier momento. Siempre está a un paso de la muerte. Y si te las arreglas para vivir un día mas, es sólo una oportunidad accidental dada por la naturaleza. Si pudieras vivir una hora mas, puedes considerarte una persona afortunada. Desde el momento de la concepción estamos viviendo tiempo prestado.

Viviendo en este mundo tienes que sentir la muerte cada segundo, así que resuelve todos tus asuntos pendientes, incluso en tu última hora, ¿Pero cómo puede alguien saber exactamente cual es su última hora? Para sentirte seguro reconcíliate con la naturaleza y contigo mismo en cada hora que se te dé, entonces nunca se te encontrará desprevenido. Al hombre se le tiene que enseñar esto empezando desde la escuela: como respirar, comer, moverse y morir mejor. Esto tiene que convertirse en una parte de un programa educacional. En este programa es necesario incluir la enseñanza sobre como darse cuenta de la presencia del “Yo” y también cómo establecer conciencia.

Pregunta: ¿Cómo actuar si no sientes que hay algo sin acabar?

Gurdjieff contestó después de una pausa. Respiró profundamente y respondió:

Pregúntate quien estará en dificultades si mueres como un perro. En el momento de la muerte tienes que estar totalmente consciente de ti mismo y sentir que has hecho todo lo posible para usar todo, dentro de tus capacidades, en esta vida que te fue dada.

Ahora no sabes mucho sobre ti mismo. Pero con cada día que excaves más y más profundamente dentro de este montón de huesos empezarás a saber más y más detalles. Día a día encontraras lo que deberías haber hecho y lo que tienes que rehacer dentro de las cosas que has hecho. Un hombre de verdad es aquél que pudo tomar de la vida todo lo que era valioso de esta, y decir: “Y ahora puedo morir.” Debemos tratar de vivir nuestras vidas de manera que podamos decir cualquier día: “Hoy me puedo morir sin arrepentirme de nada.”

Nunca gastes infructuosamente tu última hora de vida, porque se puede volver la hora más importante para ti. Si la usas incorrectamente, puedes arrepentirte después. Esta sincera emoción que sientes ahora, puede convertirse para ti en una poderosa fuente de la fuerza que te puede preparar para una muerte perfecta. Sabiendo que la próxima hora se puede volver la última para ti, absorbe las impresiones que te convertirán en un verdadero gourmet. Cuando la dama de la muerte te llame, prepárate, siempre. El maestro sabe como tomar de cada deliciosa pieza el último trozo de lo más valioso. Aprende a ser el maestro de tu vida.

Cuando era joven aprendí a preparar fragancias. Aprendí a extraer la esencia de la vida, sus cualidades más sutiles. Busca en todo lo más valioso, aprende a separar lo fino de lo grosero. El que ha aprendido como extraer la esencia, lo más importante de cada momento de la vida, ha alcanzado un sentido de calidad.

Es capaz de hacer con el mundo algo que no puede hacer un aborigen.

Puede ser que en los últimos momentos de tu vida no tengas la opción de donde y con quien estar, pero tendrás la opción de decidir que tan completamente los vivirás. La habilidad de tomar lo valioso de la vida – es la misma que la de tomar lo mas valioso de la comida, del aire y de las impresiones, las substancias necesarias para desarrollar tus cuerpos superiores. Si quieres tomar de tu vida lo mas valioso para ti mismo, tiene que ser por el bien de lo superior; es suficiente dejar solo un poco para ti mismo. Trabajar en ti mismo por el bien de otros es una manera inteligente de recibir lo mejor de la vida para ti. Si no estás satisfecho con la última hora de tu vida, puede que tampoco lo estés con tu vida entera. Morir significa pasar a través de algo que es imposible repetir de nuevo. Gastar tu precioso tiempo en nada significa privarte de la oportunidad de extraer lo más valioso de la vida.

En este mundo, vivir la vida, de principio a fin, significa otro aspecto de lo Absoluto. Todos los más grandes filósofos, se prepararon cuidadosamente para la última hora de su vida. Y ahora te daré el ejercicio para prepararte para tu última hora en la tierra. Trata de no malinterpretar ninguna palabra del ejercicio dado.


El Ejercicio

Recuerda la hora que ha pasado, como si fuera tu última hora en la tierra y que justo acabas de darte cuenta de que has muerto. Pregúntate, ¿Estabas satisfecho en esa hora?

Y ahora reanímate a ti mismo de nuevo y establece el objetivo para ti mismo. En la próxima hora (si eres afortunado para vivir una más) trata de extraer de la vida un poco mas de lo que hiciste en la ultima hora. Define, donde y cuando deberías haber estado mas consciente, y en donde deberías haber puesto más fuego interno.

Y ahora abre más tus ojos, y con esto me refiero a abrirte más posibilidades, sé un poco más valiente de lo que fuiste en la hora anterior. Ya que sabes que esta es tú ultima hora y que no tienes nada que perder, intenta ganar más valentía, por lo menos ahora. Desde luego, no tienes que hacer tonterías.

Llega a conocerte mejor, mira a tu máquina como si la vieras desde afuera. ..Ahora, cuando estás muriendo, no tiene sentido mantener tu reputación y tu prestigio.

De ahora en adelante, hasta la verdadera ultima hora, aspira con persistencia para recibir lo más valioso que puedas de la vida, desarrolla tu intuición. Toma solo unos pocos momentos cada hora para mirar a la hora que ha pasado, sin juicios, y después sintonízate para extraer más de la siguiente hora.

Si consideramos cada hora como una unidad de vida independiente, intenta hacer lo máximo que puedas para usar cada unidad completamente. Esfuérzate y encuentra la manera de hacer en la siguiente hora mucho más que en la anterior, pero también se consciente de que te has encargado de las deudas que has acumulado hasta ahora. Aumenta la auto-exploración y el auto-conocimiento, y también aumenta la habilidad de dominarte a ti mismo, esto cambiara el trabajo de tu maquina, que siempre está fuera de control. Y estas habilidades se pueden convertir en el indicio de los verdaderos cambios. Y es absolutamente intrascendente lo que la máquina piense sobre esto.

...Vivir el resto de tu vida ensayando tu muerte cada hora, no es nada patológico. Nadie recibe más de la vida que el paciente con cáncer, que sabe aproximadamente cuando morirá. Y desde que él ya reconoció como desea pasar el resto de su vida, no tendrá que hacer el cambio total en ésta, pero podrá ir a algún lugar, a donde siempre deseó ir, que no lo haría en otras circunstancias.

El hombre que sabe que morirá pronto, tratará de usar al máximo cada hora del resto de su vida. Esto es exactamente a lo que Cristo se refería cuando dijo que los últimos días vendrán pronto, los días anteriores al Juicio Final. Todos estamos parados frente al Juez, pero no son los otros los que nos juzgan, sino nosotros mismos los que hacemos la última estimación de nuestra vida. No tenemos que fallar el examen más importante, en donde el juez más serio somos nosotros mismos.

Cada momento, por si solo, representa la partícula de la Creación eterna. Por lo tanto a cada momento al que podemos extraer las sustancias más sutiles, a eso podemos llamarle “la esencia de la vida.”

Imagina la sustancia “aire” o la sustancia “impresiones.” Finalmente, dibuja en tu cabeza la sustancia “momento.” Si, hasta los momentos del tiempo son sustancias.

Si pudiéramos extraer las sustancias más finas de las más groseras, tarde o temprano tendríamos que pagar por esto. Esta ley es llamada La Ley del Equilibrio. Por esto aprenderemos a pagar inmediatamente por aquello que recibimos de la vida. Solo entonces no tendremos ninguna deuda. Pagar inmediatamente – a esto se le llama “obra real.” “Hacer” – es pensar, sentir, actuar, pero “obra real,” es pagar inmediatamente.

Hacer – solo puede significar una cosa: extraer la esencia de cada momento de la vida y al mismo momento pagar todas las deudas a la naturaleza y a ti mismo; pero solamente cuando tienes “Yo,” puedes pagar inmediatamente.

La vida real no es un cambio de actividad, sino un cambio en la calidad de la actividad. El destino, es el destino. Cada uno de nosotros tiene que encontrarse a si mismo en el orden total de las cosas. No es tarde para empezar a hacerlo ahora, aunque has pasado la mayor parte de tu vida dormido. Empezando desde hoy puedes comenzar a prepararte para la muerte y al mismo tiempo, aumentar tu calidad de vida. Pero no pospongas el comienzo, tal vez de verdad solo tienes una hora más de vida.

Pregunta: ¿Podemos compartir esto con otros? Pienso que es muy importante lo que escuchamos sobre esto esta tarde.

- Puedes volver a contarlo palabra por palabra, pero hasta que no lo hagas por ti mismo, no significara nada para otros. La existencia es el medio, o el instrumento, para la acción. Piensa en esto y encontraras el porqué.

Pregunta: Por lo tanto, ¿No podemos pagar las deudas, si no existimos, o si nuestro “Yo” está ausente?

- ¿Por qué tienes tanta necesidad de pagar? ¿Pagar para qué? Si la vida es solo una coincidencia, entonces no hay necesidad de continuar. Esto no significa que tienes que terminar tu vida con un suicidio. Lo opuesto, tienes que poner todo tu esfuerzo en “vivir.” El hombre ordinario siempre vive, solamente yendo con la corriente. No solo está dormido, está absolutamente muerto. Para vivir realmente, es necesario apoyar los esfuerzos de la naturaleza, para tomar activamente de la vida, y no actuar pasivamente, a donde sea que fluya.

Para extraer lo más valioso de la vida, tienes que poder manejar tus emociones. Mira qué tan justamente puedes estimarte. Mírate atentamente y encontraras varias extraordinarias maneras de ser justo. Cada vez date cuenta de los diferentes momentos en que el deseo aparece. Actúa como antes, pero siempre estate consciente de su presencia. Transporta al mundo la parte de tu sangre, pero la de nivel superior.

Al final de cada hora después que hayas estimado su utilidad, imagina que despertaste en lo absolutamente desconocido en comparación a la anterior que pasó. Es importante notar que la aparente continuidad de la última hora, realmente está cambiando con cada hora, aunque las cosas y personas parecen las mismas de antes. Con el tiempo aprenderás a verte a ti mismo como un espíritu de una sustancia especial, que viene de un mundo a otro, como un huésped sin invitación de la naturaleza.

Mirando desde este punto de vista, evalúa todo lo que hagas en tu vida. Mira los resultados de todos tus esfuerzos del pasado y piensa que sentido tienen ahora, en tu última hora de vida. Aquéllos que están involucrados en el Trabajo, están muertos a este mundo y al mismo tiempo están más vivos en este mundo que nadie más. Trabajo, algo extraño, impredecible, pero para muchos es imposible vivir sin él.

El modo ordinario de entender la vida es vanidad de vanidades. Por más grande que sea el resultado es de acuerdo a las medidas terrestres, tarde o temprano fallará. Hasta la arena está siendo hecha polvo por el tiempo. Hasta las personas más relevantes de la historia han sido olvidadas. Para entender las posibilidades reales de este mundo, es necesario encontrar lo que podemos alcanzar en este mundo, que será bastante útil en el Mundo Real.

Mira atentamente a las vidas de todas las personas más grandes, aquellos que dirigieron ejércitos, que tuvieron poder sobre otros. ¿Cuál es el beneficio para ellos de todas sus grandes acciones ahora, cuando están muertos? Incluso cuando estaban vivos, todas estas grandes acciones no fueron más que sueños vacíos. No estamos aquí para elogiarnos a nosotros mismos o para probarnos a nosotros mismos, lo más repugnante en el hombre ordinario es la habilidad de satisfacer rápidamente a su carne.

La mayoría de las personas encuentran muchas excusas para no trabajar en si mismos. Están en una completa prisión de sus debilidades. Pero justo ahora no hablamos sobre ellos, sino sobre ti.

Entiéndeme bien, no necesito seguidores, estoy más interesado en encontrar a los buenos organizadores, los verdaderos guerreros del nuevo mundo. Comprendo las debilidades de la organización, porque justo hora no hablamos sobre la organización habitual que consiste de iniciados.

Te recuerdo una vez mas, aprende a vivir cada una de tus horas con un beneficio más grande. Crea un detallado plan de tu última hora de vida. Para entender como debería morir uno, deberías de hacer crecer raíces más profundas en la vida, solo entonces podrás morir como un ser humano, no como un perro. Aunque, esto no es dado a todo el mundo -morir. Puedes convertirte en abono para nuestro planeta, pero realmente no significa morir. Morir a este mundo para siempre, es un honor que tienes que pagar con Trabajo Consciente y Sufrimiento Intencionado. Tienes que ganártelo.

Trata de imaginarte a ti mismo – relativamente - claramente en tu última hora sobre la tierra. Escribe un tipo de guión de esta última hora, como si estuvieras escribiendo el guión para una película. Pregúntate: “¿Así es como quiero disponer de mi vida?” Si no estás satisfecho con la respuesta, rescribe el guión hasta que te guste.

Mira a la vida como un negocio. El tiempo es tu dinero para la vida. Cuando vienes a este mundo, se te dio una cantidad definitiva de dinero y no puedes excederla. El tiempo es la única moneda con la cual pagas por tu vida. Ahora mira como usaste la mayor parte de éste de una manera estúpida. Ni siquiera has alcanzado el objetivo principal de la vida, tener descanso. Fallaste como hombre de negocios, y como usuario de vida, te engañaste a ti mismo. Toda tu vida pensaste que todo se te ha dado gratis, y ahora de repente descubriste que no es gratis. Pagas por usar el tiempo, éste es el porqué cada momento de tu estadía aquí cuesta algo.

¿Entonces cómo podría ser posible para ti rembolsar por lo menos estas pérdidas? Comprueba, ¿Si el déficit de tu cuenta bancaria es solo temporal, o es quizá constante? ¿Perdiste el tiempo o pudiste invertirlo con éxito? Si has gastado todo tu dinero en vacaciones, entonces no hay nada que hacer más que arrepentirte por el pasado.

Durante muchos años, has estado gastando tu vida como si tus padres te hubieran dado una cuenta bancaria con crédito ilimitado. Pero ahora la cantidad se terminó y te das cuenta que estas solo por completo y no hay nadie a quien recurrir. No hay más tiempo en tu cuenta bancaria. Ahora te ves forzado a ganar cada hora de tu vida. Toda tu vida te comportaste como un niño y gastaste el tiempo tal como lo hace una pareja de recién casados en su luna de miel.

Nuestro principal enemigo, que nos impide aplicar los esfuerzos necesarios, es la desesperanza. Sé que tienes muchas excusas para no prepararte para tu última hora de vida. El hábito es una gran fuerza, pero empezando una vez, puedes aprender a hacerlo cada vez más y más.

No te enredes todo el día, esfuérzate al menos una hora al día para hacer un esfuerzo, de lo contrario perderás todo. Piensa sobre el ensayo de tu última hora como si fueran ejercicios de ballet, tienes que hacerlo toda tu vida.

Yo dedico cuatro horas al día a este ejercicio, pero cuando era joven, le dedicaba el doble.

Traducción del Ruso por Alexandra Kharitonova, con traducción gratis al Inglés por Reijo Oksanen – descubierto por Ilya Kotz y Avi Solomon del Grupo de Nyland Jerusalén.

4 Comments:

  • At 8:42 p.m., Blogger Jesús González said…

    Amigo,

    A veces, las mejores citas son las que quedan pendiente. Esta vez no pudo ser en suelos que no dejan de sangrar, pero habrá otra oportunidad, muchas más, estoy seguro.

    Por lo pronto yo he vuelto a Berlín y la nieve me da otro tipo de respuestas.

    Las palabras de este texto me han ayudado. Como casi todo lo que usted sigue escribiendo.

    Gracias, pues, y nos vemos pronto.

    El rey del Dios de Allen

     
  • At 11:34 a.m., Anonymous Anónimo said…

    Muchas veces la impresión subjetiva no se corresponde con la estadística, cuando algo ocurre (o no ocurre) con una frecuencia aparentemente superior a la que le corresponde. Hay una colección de ejemplos en "La ley de Murphy". Si bien, estos suelen ser en sentido negativo, en la vida real hay otros en el contrario. Por ejemplo, si se observa la forma de conducción de los adolescentes, sorteando el denso tráfico con sus ciclomotores a escape libre, cometiendo todo tipo de imprudencias y temeridades y, con esa información se nos pide que estimemos el número de accidentes para un día de circulación en una gran ciudad, probablemente daremos una cifra decenas de veces superior a la real.

    Digo esto porque, mi análisis de la situación mundial en este momento me hace pensar que, como el ciclomotor, no llegaremos ni a la próxima manzana, pero sé que, a veces, estos análisis están radicalmente errados (pregúntenle a Malthus). En resumen, si no me equivoco, "La última hora de vida" puede ser el mejor artículo para leer ahora, pero soy perfectamente consciente de que puedo equivocarme de medio a medio... el problema real es que no sé si será mejor estar equivocado o no, o ambas opciones son indiferentes.

     
  • At 7:13 p.m., Anonymous Anónimo said…

    No se de donde saca usted estos artículos, pero la verdad, son excelentes. Hoy en día vivimos en un sistema que tiende a convertirnos en frías máquinas, donde se promociona la ignorancia y se persiguen vagas metas personales, poner en práctica o mucho menos que eso, entender lo que transmite el autor, sería de gran ayuda.

    Saludos.

     
  • At 6:09 p.m., Blogger Gerardo said…

    Hola amigos, ésta es una traducción directa del Ruso al Español.

    G. I. Gurdjieff
    LA ÚLTIMA HORA DE LA VIDA
    (Del libro: Conversaciones sobre lo sagrado. De los archivos de G.I. Gurdjieff)
    Imaginen que les queda por vivir apenas unos cuantos minutos, quizá una hora, y de alguna manera ustedes supieron exactamente cuándo iban a morir. ¿Qué harían con la última preciosa hora de su estancia en la tierra?
    Si ustedes pudieran terminar todos sus asuntos en esta última hora, saben cómo lograrlo?
    ¿Y cuando pasara el último suspiro, experimentarán ustedes la satisfacción de que en su vida hicieron todo lo posible para cumplir sus obligaciones con la naturaleza y con su propio “YO”?
    Lo importante no es solo precisamente la última hora, también son importantes las últimas impresiones. Las últimas impresiones crean la transición para apariciones futuras, si es que estas han de tener lugar. La liberación de las armonías inferiores no da nada, pues en última instancia todo se olvida y de nuevo te traen de regreso a este mundo. Incluso se olvidan que querían la liberación para convertirse en Budas.
    En el Mundo real todos los cosmos están simultáneamente presentes, vibrando siempre, siempre esperando, como espera el hijo a su padre marinero. En el mundo manifiesto todo tiene principio y todo tiene fin. En el mundo real todo está siempre presente, y un buen día a ustedes se les permite olvidarlo todo y abandonarlo para siempre.
    La libertad es un millón de veces más preciosa que la liberación. El hombre libre aún en la esclavitud sigue siendo amo de sí mismo. Por ejemplo, yo les doy algo, digamos, un auto que no tiene combustible, por lo cual no puede arrancar. Su auto requiere un combustible especial pero sólo ustedes pueden determinar qué tipo de combustible y cómo obtenerlo.
    Ustedes deben determinar de qué forma procesar mis ideas para hacerlas suyas, para hacer que le pertenezcan sólo a ustedes. Su auto no puede funcionar con el combustible que funciona el mío. Yo les propongo sólo la materia prima. Ustedes están obligados a extraer de esa materia prima lo que ustedes puedan utilizar. Arriba, siéntense al volante sin miedo.
    La vida orgánica es muy frágil. En cualquier momento el cuerpo planetario puede morir. Siempre vive a un pelo de la muerte. Y si ustedes tuvieron la suerte de vivir un día más, eso no es más que una oportunidad que les dio la naturaleza accidentalmente. Si tuvo la oportunidad de vivir todavía una hora más puede considerarse un suertudo. Desde la etapa embrionaria estamos viviendo a expensas del tiempo tomado en préstamo.
    Viviendo en este mundo deben sentir la muerte cada segundo, por eso deben mantener sus negocios en orden, incluso en su última hora. ¿Pero cómo saber a ciencia cierta cuál será la última hora? Para mayor seguridad ajuste sus asuntos con la naturaleza y consigo mismo en cada una de las horas que le da la vida, así nunca ocurrirá que lo tomen por sorpresa. Esto debería enseñársele al ser humano desde la escuela, así como a respirar, comer, moverse y morir correctamente. Todo ello debe ser parte del programa de educación. En él debe incluirse la enseñanza de cómo demostrar la presencia del ‘YO’, y también cómo formar la conciencia.
    Pregunta: ¿Cómo proceder si no sientes que algo quedó inconcluso?
    G. no respondió enseguida. Suspiró y respondió así:
    Pregúntate a quién le irá tan mal como a un perro si tú mueres. En el momento de la muerte hay que tomar plena conciencia de sí y sentir, que hiciste todo lo posible para utilizar la vida que se te dio en toda su extensión.
    Ahora no es mucho lo que ustedes saben sobre sí mismos. Pero cada día van cavando más y más profundamente en ese saco de huesos y van conociendo cada vez más detalles. De día en día irán descubriendo para sí lo que no tuvieron tiempo de hacer y lo que hicieron y tienen que rehacer. El verdadero ser humano es el que extrajo de la vida todo lo que en ella tenía valor y dijo “Ahora puedo también morir”. Hay que esforzarse por vivir la propia vida de modo que cualquier día pueda uno decirse “Hoy puedo morir sin lamentar nada”
    No malgaste nunca la última hora de su vida pues esa puede llegar a ser para ustedes la más importante. Si no la utilizan como es debido puede ser que después lo lamenten. Esa inquietud anímica que ahora sienten puede convertírsele en una poderosa fuente de aquella fuerza que puede llegar a prepararlos para una muerte impecable. Al saber que la hora siguiente será para ustedes la última, experimenten las impresiones que les trae como un verdadero gourmet. Cuando la Señora Muerte los llame, estén siempre preparados para ello. El maestro sabe extraer de cada delicioso bocado la última gota de lo más precioso. Aprendan a ser maestros de la vida.
    En mi juventud aprendí el oficio de preparar perfumes. Aprendí a obtener la esencia de la vida, sus más finas propiedades. Busquen en todo lo más precioso, aprendan a separar lo más fino de lo grosero. El que aprendió a extraer la esencia, lo más precioso de cada momento de la vida, posee la conciencia de cualquier calidad.
    No será capaz de hacer lo que haría con el mundo cualquier salvaje.
    Posiblemente en los últimos instantes de su vida no puedan escoger dónde o con quién estar, pero sí conservarán la posibilidad de elegir con cuánto aprecio los pasarán. El saber extraer lo valioso de la vida es lo mismo que extraer de la comida, del aire y de las impresiones las sustancias que son indispensables para construir los cuerpos superiores. Si quieren extraer de la vida lo más valioso para sí, ello debe servir de todos modos al bien superior, para uno mismo es suficiente dejar bastante poco. Trabajar sobre sí mismo en aras del bien de los demás es una forma inteligente de obtener lo mejor de la vida para ti mismo. Si no van a estar satisfechos de su última hora, ello significa que no estarán satisfechos de toda la vida vivida. La muerte significa pasar a través de algo que no será posible repetir. Gastar inútilmente nuestro precioso tiempo significa privarnos de la posibilidad de extraer lo más precioso de la vida.
    Vivir en este mundo de principio a fin significa una manifestación más del Absoluto. Todos los grandes filósofos se prepararon muy cuidadosamente para la llegada de la última hora de su vida. Y ahora voy a darles un ejercicio de preparación para su última hora en la tierra. Traten de no deformar ni una palabra del ejercicio que les propongo.
    Ejercicio
    Echen un vistazo a la hora que acaba de pasar como si para ustedes hubiera sido la última hora sobre la tierra y acabaran de tomar conciencia de que están muertos. Pregúntense si están satisfechos de la última hora de su vida.
    Ahora revivan de nuevo y plantéense el objetivo de que en el curso de la siguiente hora (si tienen la suerte de vivirla) extraerán de la vida un poco más que lo que lograron en la hora anterior. Determinen dónde y cuándo deberíamos estar más conscientes, dónde manifestar más fuego interior.
    Y ahora abran más los ojos: con esto quiero decir que se abran (se hagan accesibles) a mayores posibilidades, que sean un poquitín más valientes (arriesgados) que lo que fueron en la hora anterior. Por cuanto ustedes saben que se trata de su última hora y no tienen nada que perder, traten de armarse de valor aunque sea esta vez. Por supuesto, sin hacer tonterías.
    Conózcanse mejor, observen su máquina como si dijéramos desde afuera. Ahora, cuando estás muriéndote, no hay para qué estar pensando en conservar la reputación o el prestigio.
    Y en adelante, hasta llegar a la verdadera última hora, traten de extraer (obtener) de la vida la mayor cantidad posible de lo más valioso, desarrollen la intuición. Cada hora gasten aunque sea unos pocos instantes en valorar objetivamente la hora que acaba de pasar y enseguida dispóngase a extraer más aún de la hora siguiente.
    Si cada hora se considera como una unidad separada de la vida, hagan todo lo que esté en sus manos para utilizar cada unidad de vida de la manera más completa. Oblíguense a hallar la vía que permita que cada hora siguiente sea mayor que la anterior, y al mismo tiempo permita saldar las deudas acumuladas en el momento dado. El aumento de la autosensación o autoconciencia del YO, así como la capacidad de autodirigirse, permite cambiar el trabajo de la propia máquina, que lo trae, lo que sirve para indicarnos cambios verdaderos. Y lo que piensa sobre eso la máquina misma carece totalmente de importancia.
    Vivir el resto de la vida repitiendo hora tras hora la propia muerte no es en modo alguno algo patológico. Nadie puede recibir de la vida más que un enfermo de cáncer que más o menos sabe cuándo va a morir. Y si pensó cuidadosamente cómo pasar los días que le quedan, no va a cambiar radicalmente su vida, sin embargo puede permitirse viajar a un lugar que siempre lo había atraído pero que en circunstancias normales no había podido hacerlo.
    El ser humano que sabe que pronto va a morir se esfuerza lo más posible por utilizar cada hora de vida que le queda. Esto es precisamente lo que quería expresar Cristo cuando decía que se acercaban los últimos días: los días del Juicio Final. Todos nosotros estamos frente al Juicio, pero no nos juzgarán otras personas, sino somos nosotros mismos los que daremos la valoración definitiva de nuestra vida. No debemos reprobar el más serio de los exámenes en el que el más serio de los jueces es nuestro propio YO.
    Cada momento por separado, considerándolo sin relación con otro momento, constituye una partícula de la Creación eterna. Por consiguiente, podemos extraer en cualquier momento las sustancias más finas que pueden llamarse la esencia de la vida.
    Imagínense la sustancia aire o la sustancia impresión. En fin, represéntense mentalmente la sustancia momento. Sí, se trata verdaderamente de una sustancia, incluso el instante lo es.
    Si tenemos la suerte de extraer sustancias más finas a partir de estas sustancias más groseras, tarde o temprano tendremos que pagar algo por ello. Esta ley se llama Ley del Equilibrio. Por eso tenemos que aprender a pagar inmediatamente lo que recibimos de la vida. Solo en este caso no tendremos deudas. Pagar inmediatamente: eso es lo que se llama realmente hacer. HACER es pensar, sentir, moverse, pero la actividad real es pagar inmediatamente.
    El significado de Hacer sólo puede ser uno: extraer la quintaescencia de cada momento de la vida y al mismo tiempo pagar todas las deudas que hemos contraído con la naturaleza y con nosotros mismos, pero sólo podemos pagar inmediatamente si tenemos un YO.
    La verdadera vida consiste no en el cambio de actividad, sino en el cambio de calidad de la actividad. El destino es precisamente el destino. Cada uno de nosotros debe hallar su lugar en el orden general de las cosas. Todavía no es demasiado tarde para hacerlo ahora, aunque una gran parte de la vida la han malgastado inútilmente en un letargo. A partir de hoy pueden comenzar a prepararse para la muerte y, al mismo tiempo, elevar la calidad de su vida. Pero no estiren mucho el comienzo, pudiera ser que en realidad a todos les quede una hora de vida.
    Pregunta: ¿Puede hablarse de todo esto con otras personas? Todo lo que hemos escuchado aquí esta noche lo considero importante.
    Lo pueden repetir palabra por palabra, pero hasta tanto no lo hayan hecho para sí mismos, no significará nada para otros. La existencia es un arma o instrumento para la acción. Mediten sobre este tema y se darán cuenta de por qué es así.
    Pregunta: Por consiguiente, no podemos pagar las deudas si no existimos y carecemos de un YO?
    Y a propósito a qué se debe que tengan esa necesidad de pagar? Por qué? Si la vida no es más que casualidad, no tiene sentido continuar. Esto no significa que hay que suicidarse. Por el contrario, hay que hacer todo el esfuerzo necesario para vivir. El hombre común siempre vive, simplemente sin hacer caso de nada. No sólo duerme, está totalmente muerto. Para vivir verdaderamente hay que promover las fuerzas de la naturaleza, extraer algo activamente de la vida y no proceder pasivamente, como salga.
    Al extraer de la vida lo más valioso, hay que saber controlar los deseos propios. Preste la más fina atención a cuán imparcialmente puede evaluarse a sí mismo. Obsérvese con detenimiento y descubrirá cuántas asombrosas formas de ser imparcial existen. Señale mentalmente los diversos momentos en que aparecen los deseos. Siga haciéndolo todo igual que antes, pero asegúrese de tomar conciencia de que están presentes. Vierta al mundo parte de su sangre, pero de un plano superior.
    Al final de cada hora, evalúe su utilidad, imagínense que despiertan en un mundo que les es totalmente desconocido en comparación con la hora precedente. Hay que señalar que la aparente continuación de la vida de la hora precedente en realidad cambia cada hora, a pesar de que los objetos y las personas parecen los mismos. Con el tiempo podrán aprender a verse en forma de fantasmas de cierta sustancia que pasa de un mundo a otro como huésped intruso de la naturaleza.
    Si lo consideramos desde ese punto de vista, evalúen todo lo realizado en la vida ordinaria. Viendo los resultados de todos sus arduos esfuerzos en el pasado, mediten sobre la ganancia que hemos obtenido en la actualidad, en la última hora de nuestra vida. Los que se dedican al Trabajo en muchos sentidos están muertos para este mundo y al mismo tiempo están más vivos que todos los demás en ese mundo. El Trabajo… es algo extraño, indiscernible, pero para muchos la vida sin él es inconcebible.
    La idea común es que la vida es vanidad de vanidades. Por grande que parezcan los logros medidos por una escala terrena, tarde o temprano se convertirán en pérdida. El tiempo desgasta y convierte en polvo hasta los granos de arena. Incluso los más grandes personajes de la historia llegan a olvidarse. Para comprender las verdaderas posibilidades de la vida en la tierra hay que hallar lo que puede lograrse en este mundo y lo que será verdaderamente útil en el Mundo Real.
    Sigan de cerca y atentamente la vida de los grandes hombres que dirigieron ejércitos, que ejercieron el poder sobre otros. Qué ganancia obtuvieron de todas sus grandiosas acciones para el momento actual, después de la muerte? Incluso durante sus vidas todas esas acciones no dejaron de ser más que vanas ensoñaciones. No estamos aquí para alabarnos a nosotros mismos y condecorarnos; lo más despreciable del hombre común es su capacidad para satisfacer lo antes posible su propio cuerpo.
    La mayor parte de las personas encuentra muchísimos pretextos para no trabajar sobre sí. Son totalmente prisioneros de sus debilidades. Pero ahora no estamos refiriéndonos a ellos, sino a ustedes. Compréndanme correctamente, yo no necesito seguidores, más bien me interesa hallar buenos organizadores, verdaderos guerreros del nuevo mundo. Comprendo la debilidad de la organización, pues en este caso se trata no de una simple organización que sería una iniciativa.
    De nuevo les recuerdo, aprendan a vivir cada hora propia sacándole el mayor provecho posible. Diseñen un plan detallado de la última hora de la vida. Para comprender cómo hay que morir es necesario establecer profundas raíces en la vida, sólo entonces podrán morir como seres humanos y no como perros. Sin embargo no todo el mundo está en capacidad de morir. Puede uno convertirse en abono de nuestro planeta pero en general eso no significa morir verdaderamente. Morir para siempre para este mundo es un honor. Por ese honor hay que pagar con trabajo consciente y sufrimiento premeditado. Ese derecho hay que ganárselo.
    Traten de imaginarse de modo relativamente claro su última hora de vida en la tierra. Escriban algo así como un libreto de esa última hora como si se tratara de las tomas de una película. Pregúntense ¿”Es así cómo quiero disponer de mi última hora?” si la respuesta les satisface copien el libreto hasta el punto en que les va gustando.
    Contemplen la vida como un negocio. Para ustedes el tiempo es el dinero de la vida. Cuando ustedes llegaron a este mundo, se les adjudicó determinada suma que no pueden sobrepasar. El tiempo es la única divisa que ustedes pagan por la vida. Ahora pueden ver cuán tontamente malgastaron una gran parte de la misma.
    Ni siquiera lograron un objetivo tan simple de la vida como es el descanso. Como hombres de negocio no tuvieron éxito, como usuarios de la vida, se engañaron a sí mismos. Durante toda su vida pensaron que todo se daba gratuitamente, y ahora, de pronto descubrieron que nada es gratis. Ustedes pagan la utilización del tiempo, por eso cada instante de su estancia aquí cuesta algo.
    De todas formas, cómo van a compensar ustedes aunque sea alguna vez esas pérdidas? Comprueben si se trata de pérdidas constantes u ocasionales para su cuenta bancaria. Perdieron o colocaron acertadamente su capital? Si gastaron todo su dinero en vacaciones, lo único que les queda es añorar el pasado.
    Durante muchos años perdieron el tiempo como si sus padres les hubieran dado una cuenta bancaria abierta. Pero la fortuna decreció, ustedes quebraron y han descubierto que se han quedado solos y no tienen con quién contar. En la cuenta bancaria no queda tiempo alguno. Ahora necesitan ganarse cada hora de vida. Durante toda su vida se comportaron como niños y perdieron el tiempo como recién casados.
    Nuestro principal enemigo que nos impide aplicar los esfuerzos necesarios es la desesperanza. Sé que ustedes tienen muchos pretextos y justificaciones para no prepararse para su última hora. La costumbre es una fuerza poderosa, pero una vez que comiencen pueden aprender a hacer cada vez más y más.
    No pierdan ni un día en vano, oblíguense a aplicar esfuerzo por lo menos una vez al día, de otra forma perderán todo lo que han adquirido. Piensen en la repetición de la última hora como en una tarea de ballet: Hay que ejercitarse toda la vida. Diariamente le dedico a ese ejercicio cuatro horas, y cuando era joven le dedicaba dos veces más.
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    Работать над собой ради блага других – хитроумный способ получить лучшее от жизни для самого себя
    Lo anterior es una línea de un texto de Gurdjieff que se titula
    “Trabajar sobre sí mismo en aras del bien de los otros es una forma inteligente de obtener lo mejor de la vida para ti mismo”.

     

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