Paren el Ruido

Un intento por escuchar el susurro de la verdad detrás del ruido de la mentira y la fantasía

lunes, febrero 12, 2007

El fantasma de Powell

Estimados lectores: estoy seguro de que recuerdan con pena ajena, igual que yo, el lamentable espectáculo que protagonizó Colin Powell en las Naciones Unidas hace cuatro años cuando ante los ojos del mundo presentó supuestas 'pruebas' de una supuesta 'inteligencia' que 'mostraban' que Saddam ocultaba terribles armas de destrucción masiva - mismas que hasta el día de hoy brillan por su ausencia. ¡Pobre Colin! Sus secuaces neocones lo mandaron a hacer el trabajo sucio de escupir las mentiras más panzonas en la ONU. En una realidad paralela mejor que ésta, la mentira fue tan evidente ante los ojos de los pueblos del mundo que no hubo guerra y Colin es el hazme-reir de todos por haber tratado de vernos la cara. En esta realidad, desgraciadamente, Colin no hace reir a nadie porque los cómplices de crímenes de guerra (655,000 civiles muertos en Irak) no hacen ninguna gracia.

Hoy, queridos lectores, el fantasma de Colin Powell ha vuelto a las andadas; en esta ocasión reencarnado en unos misteriosos y anónimos "oficiales de defensa de Estados Unidos en Bagdad".


Blanco Teherán: Washington monta el escenario para una nueva confrontación

Por Patrick Cockburn
12 febrero 2007

Estados Unidos se está acercando a una guerra contra Irán acusando a los "más altos niveles" del gobierno iraní de proveer sofisticadas bombas para los caminos que han matado a 170 tropas de E.U. y herido a 620.

Las acusaciones contra Irán son similares en tono y credibilidad a aquéllas hechas hace cuatro años por el gobierno de E.U. acerca de la posesión de Irak de armas de destrucción masiva para justificar la invasión del 2003.

Oficiales de defensa de alto rango de E.U. en Bagdad, hablando en condición de anonimato, dijeron que creen que las bombas fueron hechas en Irán y contrabandeadas a través de la frontera para militantes chiítas en Irak. Las armas, identificadas como "penetradores formados explosivamente" (PFEs) son supuestamente capaces de destruir tanques Abrams.

Los oficiales hablando en Bagdad usaron una agresiva retórica sugiriendo que Washington quiere subir de nivel su confrontación con Teherán. No ha descartado ustilizar la fuerza armada y ha enviado un segundo grupo naval de portaaviones al Golfo.

(...) Las acusaciones de los oficiales de alto rango que no han sido nombrados en Bagdad y Washington son extrañas. E.U ha estado luchando contra una insurgencia sunita en Irak desde el 2003 que es profundamente hostil a Irán.

Los grupos insurgentes han denunciado en repetidas ocasiones al gobierno democráticamente electo de Irak como peones de Irán. No es probable que las guerrillas sunitas hayan recibido cantidades significativas de equipo militar de Teherán. (...)


O sea: los insurgentes son mayoritariamente sunitas y no chiítas. Además, estos insurgentes son hostiles a Irán.

El artículo continúa explicando que lejos de ser armas sofisticadas, las bombas que destruyen vehículos norteamericanos en los caminos fueron fabricadas a partir de las armas saqueadas del ejército de Saddam, y que este tipo de bombas han sido utilizadas desde la Segunda Guerra Mundial. Y sin embargo,

(...) El mismo nombre - penetradores formados con explosivos - pudo haber sido escogido para implicar que un arma amenazante había sido utilizada.


O sea, nos están queriendo aplicar la maniobra Powell otra vez. ¡Qué patético!

Ahora que si realmente les interesa saber quién está plantando tantas bombas en Irak, qué mejor que el siguiente fragmento de un artículo del distinguido periodista Robert Fisk, que encontré enlazado en este otro artículo:

Robert Fisk: Visto a través de ojos sirios, 'norteamericanos desconocidos' están provocando una guerra civil en Irak

28 de abril 2006

(...) Los norteamericanos, sospecha mi interlocutor (un sirio que Fisk conoce desde hace 15 años y que llama una "fuente de seguridad"), están tratando de provocar una guerra civil irakí para que los insurgentes sunitas gasten sus energías matando a sus correligionarios chiítas en lugar de a soldados de las fuerzas de ocupación occidentales. "Te juro que tenemos muy buena información", dice mi fuente, el dedo moviéndolo en el aire frente a él. "Un joven irakí nos dijo que fue entrenado por los norteamericanos como policía en Bagdad y que gastó 70 por ciento de su tiempo aprendiendo a manejar y 30 por ciento en entrenamiento de armas. Le dijeron: "Regresa en una semana". Cuando regresó, le dieron un teléfono celular y le dijeron que manejara hacia un área con mucha gente cerca de una mezquita y que les llamara. Esperó en el carro pero no pudo obtener la correcta señal del teléfono celular. Entonces salió del carro y fue a donde podía obtener una mejor señal. Luego su carro explotó."

Imposible, pienso. Pero luego recuerdo cuántas veces irakíes en Bagdad me han contado historias similares. (...)

"Hubo otro hombre, entrenado por los norteamericanos para la policía. A él también le dieron un teléfono celular y le dijeron que condujera a un área con mucha gente - tal vez una manifestación - y que les llamara y les dijera lo que estaba ocurriendo. Otra vez, su nuevo teléfono no estaba funcionando. Entonces fue a buscar otro teléfono y les dijo: 'Aquí estoy, en el lugar que me enviaron y les puedo decir lo que está pasando aquí'. Y en ese momento hubo una gran explosión en su carro." (...)


Como suele ocurrir las cosas no son lo que parecen a primera vista. Recuerden eso cuando el fantasma de Powell vuelva a hacer de las suyas.