Primero vinieron por los musulmanes

En una archirrecontra sorprendente coincidencia, el gobierno australiano capturó a 17 miembros de dos "células terroristas islámicas" justo cuando el primer ministro John Howard empujaba una controversial y estricta ley "antiterrorista" (así le llaman ahora cuando quieren limitar las libertades y derechos de los ciudadanos). ¡Qué visión! ¡Qué tino! ¡Qué labor de inteligencia! Si no fuera porque me he estado esforzando por informarme y ver la infinidad de contradicciones y mentiras que rodean los ataques terroristas de los últimos años, empezando por el del 11 de septiembre del 2001, pensaría que los gobernantes australianos, igual que los del resto del planeta, realmente se preocupan por nuestro bienestar.

Desgraciadamente, la experiencia de haber visto tantos engaños similares me llevan a concluir que lo más probable es que el espectáculo de capturar a "terroristas islámicos" haya sido montado para darle una ayudadita a Howard.

De modo paralelo, en Inglaterra el Primer Ministro Tony Blair hace un esfuerzo por inyectar a la fuerza una ley que daría derecho a las autoridades de detener a "sospechosos de terrorismo" sin pruebas y sin cargos por 90 días; es decir tres meses, o doce semanas, por ser culpable de... nada, porque sin cargos ni evidencia no se ha determinado la culpabilidad.


Un amigo me recordó esto hoy:


El sacerdote Martin Nimoeller, víctima del régimen nazi, admitió:


Primero vinieron por los judíos.
Y no dije nada, porque yo no era judío.

Después vinieron por los comunistas.
Pero no dije nada porque yo no era un comunista.

Luego vinieron por los sindicalizados.
Y no dije nada porque yo no era sindicalizado.

Luego vinieron por los católicos.
Y no dije nada porque yo no era católico.

Luego vinieron por mí.
Y ya no había nadie que quedara para decir nada por mí.


Hoy podríamos decir:

Primero vinieron por los musulmanes...