Paren el Ruido

Un intento por escuchar el susurro de la verdad detrás del ruido de la mentira y la fantasía

martes, junio 13, 2006

Culpando a las víctimas

Lo que me enoja no es sólo que cometan crímenes y mientan al respecto, sino que encima de eso, culpen a las víctimas para después poder cometer todavía más crímenes. Este es clásico comportamiento psicopático.

La siguiente noticia me hizo llorar:

Ejército israelí siembra el pánico en una playa de Gaza matando 7 palestinos

09 de Junio de 2006, 02:40pm ET
AL-SUDANIYA, Franja de Gaza, Jun 9 (AFP) -

Tras el ataque del ejército israelí a una playa de la Franja de Gaza el viernes muchos de los testigos no dan crédito a lo sucedido y otros se interrogan sobre la irracionalidad del hecho.

Con la intención de refrescarse en el mar Mediterráneo aprovechando el día soleado y la festividad musulmana, cientos de palestinos se desplazaron a las playas de Gaza cuando un obús disparado por el ejército israelí desde un barco de la marina de guerra interrumpió la jornada sembrando la muerte.

La familia Ghali, que tenía la intención de comer cerca del mar, murió al instante: el padre, Alí, su mujer, Raisa y sus tres niños de un año y medio, tres y diez.

Cestas de comida, sandalias de niños.... los restos de la tragedia aparecen desperdigados en la arena mientras algunos de los supervivientes se siguen interrogando sobre lo sucedido.

Ahmed Abu Amren, de 20 años, no da crédito a lo acontecido. "Me estaba bañando cuando escuchamos que caía un obus. Llegamos al lugar y vimos a los cinco miembros de una misma familia muertos sobre la arena", cuenta temblando.

En menos de una hora, todas las víctimas, siete mortales y 35 heridos, fueron evacuadas hacia los vecinos hospitales de Gaza y del campo de refugiados de Jabalia.

Observando la escena, un hombre sostiene entre papeles de periódico restos humanos mezclados con arena. Un grupo de niños, que abandonó sus bicicletas cerca del lugar de los hechos, escruta el escenario de lo ocurrido con curiosidad.

Otros colectan trozos del arma: obuses israelíes que cayeron en la arena como sellos mortales.

Ahmed el Duch, de 25 años, no lo comprende. "¿Por qué apuntaron a una familia en la playa?", se interroga estupefacto.

"Aquí estamos lejos de los lugares donde los combatientes lanzan cohetes contra Israel. No los tiran desde esta parte. Los israelíes disparan sin importarles hacia adonde apuntan", añade, reteniendo la cólera.

"Vinimos sólo para comer y beber cerca del mar", recuerda otro testigo, Jaber Mughani, rondando los 50 años.

A algunos kilómetros, en el hospital Shiffa de Gaza, el drama continúa. Los niños que resultaron heridos están tumbados en camas y esperan su turno para recibir los primeros cuidados.

Un enfermero empuja a una mujer vestida de negro instalada en una silla de ruedas. Va a ser examinada por un médico. Un padre lleva como puede a sus dos niños heridos, cada uno en un brazo.


¿Y cómo responden en Israel? ¿Se disculpan? ¿Renuncian al horror de la violencia? ¿Hay un clamor popular del pueblo israelí ante la injusticia perpetrada por su ejército? No. Le echan la culpa a las víctimas:


El Ejército israelí atribuye a Hamás la matanza en la playa de Gaza

JERUSALÉN (AFP) - Una comisión investigadora militar exculpa al Ejército israelí de la muerte de ocho palestinos el pasado viernes en una playa de Gaza a causa de una explosión, que podría haberse debido a una bomba o una mina colocada por miembros de Hamás ante un posible desembarco de la Marina hebrea.


Por favor, antes de que nos escupan la siguiente mentira, preguntémonos qué tan lógico es que Hamas plante minas en una playa que frecuentan paseantes palestinos. Luego, regresemos al primer artículo de arriba y releamos donde dice, sin dejar lugar a dudas, que un obús fue disparado desde un barco de guerra israelí. Releamos también la declaración de un testigo, que asegura haber escuchado "que caía un obus". Las minas no caen del cielo. Por último, repasemos la descripción del reporte de lo que ocurrió inmediatamente después del ataque, donde dice que la gente del lugar "colect(ó) trozos del arma: obuses israelíes que cayeron en la arena como sellos mortales."

Los testigos y la evidencia señalan muy claramente a los culpables, y sin embargo a la comisión investigadora israelí poco le importó, en el colmo del cinismo. ¿Qué va a importarle si ellos tienen las armas, el dinero, y el apoyo de E.U.? ¿Y quién se va a fijar que están mintiendo si el mundo entero está viendo el fubol en la televisión?

Mientras tanto, en la Bahía de Guantánamo, ese moderno campo de concentración patrocinado por la mafia de Bush, se suicidaron tres presos. Esto es comprensible, dadas las ya muy bien conocidas pésimas condiciones a las que someten a quienes tienen la mala suerte de caer allí. Y recalco: mala suerte, porque a la gran mayoría no se le ha probado culpa de nada, y se supone que uno es inocente hasta que se le prueba lo contrario. Simplemente estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y E.U. necesita mantener la ilusión de que los 'terroristas' sí existen, y que muchos se han capturado.

¿Y qué dijo el comandante a cargo de Guantánamo ante los suicidios? ¿Lamentó las nefastas condiciones que imponen sobre los presos? ¿Recapacitó ante sus errores y se disculpó, o quizás hizo un llamado al régimen de Bush para echar marcha atrás a la serie de violaciones a derechos humanos? ¡No! Más bien culpó a las víctimas, como buen psicópata que demuestra ser. Por favor, contemplen la depravada, torcida y kafkiana lógica psicopática del Comandante de la base Harry Harris y del General John Craddock:

Suicidios en la Bahía de Guantánamo, "un acto de guerra"

"(Los presos) no tienen respeto por la vida humana, ni la nuestra ni la suya. Creo que éste no fue un acto de desesperación sino un acto de guerra asimétrica en contra nuestra" - Comandante de la Base, Almirante de la Marina Harry Harris

(...)

"(Los presos) tienen determinación, son inteligentes, comprometidos y continúan haciendo todo lo que pueden para convertirse en mártires de la yihad," dijo el General John Craddock, comandante del Comando del Sur basado en Miami.

Y una compañera de similar opinión psicopática, que no sintió vergüenza al declarar:

"Sí parece que (los suicidios) son parte de una estrategia - porque no valoran sus propias vidas, y ciertamente no valoran las nuestras; y utilizan bombarderos suicidas como una táctica," dijo a la BBC Colleen Graffy, la secretaria asistente de estado para diplomacia pública. "Suicidarse no fue necesario, pero ciertamente sí fue una buena jugada de relaciones públicas."


Ese último comentario podría llevarse el premio al más absurdo y ridículo, pero ¡esperen! No conforme con ser superado por las insensateces de Graffy, el Almirante Harris tuvo el descaro de escribir para un diario de E.U.:

"Las condiciones han mejorado dramáticamente para los detenidos desde que llegaron por primera vez en 2002. Más importante, buscamos agresivamente nuevas formas de llevar más lejos la misión de 'custodia bajo cuidado seguro y humanitario'...


¡Seguro! Por eso se suicidaron, porque no soportaron tanto cuidado "humanitario".

(...)

"Proveemos techo seguro y áreas de vivienda con camas, colchones, sábanas y baños con agua corriente. También proveemos vestimenta adecuada, incluyendo zapatos y uniformes, y el rango normal de utensilios de higiene, como cepillo de dientes, pasta de dientes, jabón y champú. Aún así, muchos detenidos se han aprovechado de esto - fabricando armas mortales a partir de cepillos de dientes y estranguladores a partir de envolturas de comida, por ejemplo...


¡Pobre Almirante Harris! Sus muchachos son cruelmente atacados con cepillos de dientes letales, mientras que ellos sólo cuentan con el ejército más poderoso del mundo y todos los recursos que pudieran imaginar.

"Proveemos cuidado médico sobresaliente para cada detenido, de la misma calidad que reciben nuestros soldados... Dicho esto, muchos detenidos persisten en mezclar un coctel de sangre-urina-heces-semen y lanzar esta mezcla mortal a las caras de los hombres y mujeres estadounidenses que los guardan, alimentan y cuidan de ellos..."


¡Oh, no! ¡Maldad de maldades, los presos cuentan con un coctel mortal de porquerías! ¡Nosotros que los cuidamos y queremos tanto, tanto!... ¿Qué tira cómica estará leyendo el Almirante Harris?

En serio, las mentiras han llegado a niveles estratosféricos. Las palabras del Almirante Harris no valen más que los contenidos del supuesto "coctel mortal" del que habla.

5 Comments:

  • At 1:45 a.m., Anonymous Anónimo said…

    De veras que siento una rabia indecible...que ahhhhh!!! de lo peor. Don calladito lo lamento a mi no me dan ganas de llorar lo que me da es una tibiera dios...

     
  • At 11:14 a.m., Blogger Don Calladito said…

    Rabia, ganas de llorar, sí, todas esas siento yo. ¡Qué mundo!

    Gracias por comentar.

     
  • At 5:34 p.m., Anonymous Anónimo said…

    yo siento una impotencia enorme, que puedo hacer yo desde Mexico, como poder ayudar, como poner fin a esta situacion???

    Es algo terrible.....

     
  • At 10:20 a.m., Blogger Don Calladito said…

    ¿Qué hacer? Esa es la pregunta. Yo pienso que lo mejor que podemos hacer ante los horrores del mundo es:

    1. Informarnos para entender cómo y por qué están pasando esas cosas, y
    2. ¡Compartir esta información con quienes les interesa!

    Si ni siquiera entendemos ni sabemos, ¿cómo vamos a hacer algo al respecto? Cabe señalar que los crímenes ocurren gracias a que hay un ambiente generalizado de ignorancia en el mundo, y los criminales se esfuerzan activamente porque las cosas sigan así. Si todo mundo estuviera bien informado y entendiera lo que ocurre, no podrían llevar a cabo estos crímenes.

    Es como dicen por ahí:

    "¿Qué pasaría si dieras una guerra y nadie fuera?"

    Si no hubiera tanta ignorancia, la gran mayoría de la gente le daría la espalda a los patócratas que piden guerras.

     
  • At 6:30 p.m., Blogger Mr. Shang said…

    Acertadamente Don Calladito una vez más,

    pienso que la ignorancia nos juega en contra como comunidad mundial, pero además la realidad "la han hecho" tan dura y difícil de soportar que las gentes prefieren seguir soñando que arruinarse el día con cada choque con esta.

    La mayoría prefiere lo contrario que usted.

    Saludos

     

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